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viernes, 27 de febrero de 2015

Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti)


Su envergadura alar es de 1,80 m, algo inferior a la del águila real. Su colorido es pardo, con la nuca de color claro y los hombros con manchas claras. Su cola no tiene elementos blancos. Las hembras son algo mayores que los machos.


Hábitat

Esta especie se localiza casi con exclusividad en la Península Ibérica, en donde habita todo el año, defendiendo su territorio con gran celo.
Sus hábitats idóneos son las áreas de bosque esclerófilo típicamente mediterráneo, donde se entremezclan los matorrales, los pastizales y los riachuelos. Está presente sobre todo en las campiñas bajas del centro y sur de la Península Ibérica.
Los ejemplares más jóvenes pueden ser capturados por otras aves rapaces y por zorros. El alarmante descenso de su población se debe, no obstante, a causas exclusivamente humanas: caza ilegal, electrocución, transformación de zonas forestales en regadíos, empleo exagerado de pesticidas, etc.
A pesar de ser un ave numerosa durante la primera mitad del siglo XIX, actualmente el número de parejas reproductoras apenas supera la centena.


Reproduccion 

Su alimento consiste en conejos, que cazan en solitario o en pareja. También depreda sobre liebres, palomas, cuervos y otras aves, y en menor medida zorros y pequeños roedores, y pueden alimentarse ocasionalmente de carroña.
El águila imperial ibérica es monógama. La época de celo se da de marzo a julio, durante el cual las águilas reacondicionan uno de los nidos que han usado durante años rotando de uno a otro. Estos nidos están situados en la copa de árboles como alcornoques o pinos. En las zonas de repoblación forestal se han habituado a nidificar sobre eucaliptos, a pesar de ser ésta una especie alóctona. Nidifican tanto en ramas altas como bajas.
La puesta típica consta de 4 a 5 huevos de 130 gramos de peso que se incuban durante 43 días. Es común el que se desarrollen hasta tres aguiluchos, aunque esta tendencia ha disminuido en los últimos años debido al uso de pesticidas, que aumentan el número de huevos infértiles


Mas información en:http://www.aguilaimperial.org/adalberti.php

miércoles, 25 de febrero de 2015

Águila Filipina o Monera

 El Aguila Monera o Filipina es una de las aves cazadoras mas grandes y poderosas en el mundo. Se le llamo “águila monera” en su descubrimiento en 1896 basado en los reportes de los nativos que decían que solo se alimentaba de monos, pero los resultados en el estudio del águila filipina reporta que también se alimenta de ratas, aves, lagartos grandes, serpientes y lechones.
El águila monera o filipina se encuentra en la selva tropical de las Islas Filipinas. Como la mayoría de las águilas, son monogamas y permanecen juntas las parejas de por vida, cuando ponen un huevo lo incuban durante 60 días y se mantienen con la cría por 20 meses, al siguiente año no incuba y esa es una de las razones de que se encuentre en extinción. Su nido es una gran estructura que coloca en lo alto de los árboles de la selva.
La hembra del águila monera o filipina tiende a ser más grande que los machos a diferencia de otras especies, ella puede medir 1 metro de altura y 2 metros del largo de sus alas. El macho llega a pesar los 4.5 kilos mientras que las hembras llegan a pesar los 7 kilogramos y llegan a vivir de entre 30 y 60 años.
Esta ave se encuentra en estado crítico de extinción, por ello existe ya la Fundación de conservación del águila monera o Filipina.

AMENAZAS

Desde la década de los 60, se han repetido con insistencia las duras predicciones de la inminente extinción del águila Filipina debido a su reducida población, la cual disminuye con rapidez. Y es que enfrenta numerosas amenazas, como son la pérdida del hábitat de bosques maduros.

DESTRUCCIÓN DE SU HÁBITAT
La destrucción de los bosques y la fragmentación para la extracción de madera comercial y para la rotación de cultivos, es la principal amenaza. Y es que con estas prácticas los bosques antiguos se están perdiendo rápidamente, de manera que tan sólo 9220 km2 quedan disponibles en condiciones para estas águilas.

USOS DEL MEDIO POR PARTE DEL HOMBRE
Además, la mayor parte de los restantes bosques de tierras bajas están sujetas a concesiones forestales, por lo que tampoco se les puede aplicar una protección correcta.

MINERÍA Y CAZA
La minería y la caza incontrolada, ya sea para alimentarse o para venderlos a zoológicos o para comerciar con ellos en otros mercados, plantean nuevas amenazas.

PLAGUICIDAS
También hay pruebas de que los plaguicidas a través de la cadena alimentaria se acumulan en su organismo, reduciendo aún más su lento ritmo reproductivo.
TAXONOMIA 

Reino: ANIMALIA 

Filo: CHORDATA 

Clase: AVES 

Orden: FALCONIFORMES 

Familia: ACCIPITRIDAE 


Fundación de conservación del Aguila Monera (sitio en inglés)http://www.philippineeagle.org/
Recursos de video y fotos (sitio en inglés)http://www.arkive.org/species/GES/birds/Pithecophaga_jefferyi/

Agila de Haast


La enorme águila de Haast pesaba entre 10 y 15 kg, y por tanto era entre un 30 y un 40 por ciento más pesada que el mayor pájaro de presa existente hoy en día (un águila que vive en América Central y del Sur). Antes de que el Hombre se estableciera en Nueva Zelanda, hace 700 años, la región carecía de mamíferos terrestres. Aparte de los murciélagos, los únicos habitantes eran aproximadamente 250 especies de pájaros. En lo alto de la cadena alimentaria estaba el águila de Haast, que cazaba grandes pájaros herbívoros incapaces de volar (moa), de casi 200 kg. Dos siglos después de la llegada de los humanos, la última águila Haast desapareció.





EXTINCIÒN

Los primeros pobladores humanos en Nueva Zelanda, los maoríes que arribaron alrededor del años 1280, cazaron intensivamente a las grandes aves no voladoras locales, incluyendo a todas las especies de moas, eventualmente conduciéndolas a su extinción. La pérdida de sus presas naturales causó que igualmente el águila de Haast se extinguiera por el año 1400,17 cuando sus fuentes de alimentos terminaron de agotarse.
Un conocido explorador, Charles Edward Douglas, afirmó en sus diarios que él tuvo un encuentro con dos rapaces de enorme tamaño en el valle del Río Landsborough (probablemente durante la década de 1870), y que él le disparó y se alimentó con estas.18Estas aves pudieron haber sido un último reducto de la especie, pero algunos sostienen que no podía haber presas apropiadas como para sostener una población de águilas de Haast por cerca de quinientos años anteriores a la fecha de este registro, y la tradición de los maoríes del siglo XIX tenía muy en claro que el pouakai no era un ave vista en la memoria reciente. Aún así, las observaciones de Douglas sobre la vida salvaje son generalmente dignas de confianza; una explicación más probable, tomando en cuenta que la supuesta envergadura de tres metros dada por Douglas es seguramente solo una estimación burda, es que las aves en cuestión fueran aguiluchos de Eyles. Este fue el mayor de los aguiluchos (del tamaño de un águila pequeña) y un depredador menos especializado, y aunque se asume que se extinguió en tiempos prehistóricos, sus hábitos dietarios lo hacen un candidato más probable como superviviente hasta la era moderna.
Hasta la reciente colonización humana que introdujo a los roedores y a los gatos, los únicos mamíferos presentes en las islas de Nueva Zelanda eran tres especies de murciélagos, uno de los cuales se ha extinto recientemente. Libres de la competencia de los mamíferos, las aves ocuparon o dominaron todos los principales nichos ecológicos en la ecología de Nueva Zelanda gracias a que no había amenazas a sus puestas de huevos y crías por acción de depredadores mamíferos pequeños. Las moas eran pastadores y ramoneadores, funcionalmente similares a los ciervos o bóvidos de otras partes del mundo, mientras que las águilas de Haast llenaron el mismo nicho de los superdepredadores mamíferos tales como los tigres o leones.